La palabra MANDALA es de origen sánscrito y podemos definirla como
“círculo encantado” o “círculo mágico”.
Si observamos, vemos que el Universo está organizado de forma
circular y alrededor de un centro que se encuentra en interrelación permanente.
Es así como, análogamente con la Naturaleza e inspirados en ella, los Mandalas
acompañan al hombre desde tiempos inmemoriales y están presentes en las
diferentes culturas.
Al observarlos, pintarlos o meditar con ellos, podemos entrar en un camino mágico y de sabiduría, que
nos lleva de regreso a quienes somos realmente y también nos ayuda a
conectarnos con el Universo del cual formamos parte.
El trabajo con
mándalas es especialmente positivo en niños inquietos, nerviosos y
difíciles, ya que en ellos la barrera de complejos que obstaculiza el
pintar es menor que en adultas.
La experiencia
de pintar mándalas nos abre un universo de posibilidades. Abarca todas las
edades desde pequeñitos hasta ancianos, sin discriminación del grado de
desarrollo a nivel evolutivo-cognitivo, ya que despiertan en ellos sus
habilidades tanto creativas, complejas, simples y elaboradas en trazados
diseños y colorido, dando libertad a su creación, pensamiento, y estado
emocional del momento.
SIGNIFICADO DE FORMAS Y COLORES
Los mándalas no
son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran
tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados:
Círculo:
movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
Corazón: sol.
Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
Cruz: unión del
cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
Cuadrado: procesos
de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
Estrella:
símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
Espiral:
vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
Hexágono: unión
de los contrarios.
Laberinto: implica la búsqueda del
propio centro.
Mariposa: auto
renovación del alma. Transformación y muerte.
Pentágono:
silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
Rectángulo:
estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
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